el faro del fin del mundo

Los secretos del faro del fin del mundo

En la Isla de los Estados, a treinta kilómetros del continente americano, está el misterioso faro del fin del mundo o de San Juan de Salvamento

En el faro del fin del mundo no se aceptan visitas turísticas. Este sirvió de inspiración a la célebre novela del francés Julio Verne “El faro del fin del mundo”, publicada en 1905.

Esta pequeña isla fue descubierta en 1615, por Le Maire y Shouten. Tiene una longitud de apenas 65 kilómetros. Su parte más ancha es de 16 kilómetros; mientras, la más estrecha solo es de 500 metros. Los mares circundantes a la Isla son muy peligrosos. Ante esto, el marino argentino Luis Piedrabuena decidió construir, en 1862, el refugio de San Juan de Salvamento, ubicado cerca de la bahía de la Isla.

Luego, en 1884, la Armada Argentina levantó en la isla un faro, para ayudar a los barcos. Este fue el segundo faro en la historia de Argentina y recibió el nombre de San Juan de Salvamento. Julio Verne supo de este peculiar lugar y, con su fértil imaginación, construyó el relato que dio título a su novela. En la narración, ladrones de barcos naufragados toman prisioneros a las personas que manejaban el faro. A partir de allí utilizan al faro para engañar a otros navíos y robarlos.

Una Isla llena de misterios

El faro de San Juan de Salvamento era un edificio circular, de seis metros de altura, construido con madera de lenga. La cabina era octogonal y detrás de los cristales se ubicaban siete lámparas de petróleo. La luz que emitían estas lámparas servía de guía para los barcos en el mar. Dentro del edificio había camarotes, para que descansaran los marinos. El faro estuvo activo hasta 1902. Después cayó en el olvido, hasta que, en 1975, las autoridades argentinas decidieron convertirlo en un “monumento nacional”.

En 1993 comenzó el proceso de reconstrucción del faro. Dos municipios franceses, Nantes, donde nació Julio Verne, y La Rochelle, aportaron el dinero. Finalmente, en febrero de 1998 quedó inaugurado el, ahora sí, “Faro del Fin del Mundo”, en la Isla de los Estados.

A los amantes de las novelas de Julio Verne de seguro les encantaría visitar el faro. El sitio podría convertirse en un destino turístico interesante para Argentina. Sin embargo, a día de hoy, no es posible llegar hasta el faro. Las autoridades argentinas prohíben el acceso a la Isla. ¿Bajo qué argumentos?

Secretos de estado. Los teóricos de la conspiración aducen que el gobierno no quiere que se conozcan tierras que ni siquiera aparecen en mapas, donde habitan comunidades aborígenes de Los Yaganes. Otros creen que se trata de un mal trabajo de las autoridades. Lo cierto es que la Isla de los Encantos, donde se encuentra el Faro del Fin del Mundo, sigue llena de misterios.