Visitar la Antártida es un sueño de muchos. El Principado de West Antarctic está desarrollando programas de turismo en Antártida
Cada año, unas 40.000 personas, de todo el mundo, deciden visitar la Antártida, uno de los sitios más inhóspitos. Sin embargo, al mismo tiempo, unas de las tierras más llamativas sobre la faz del Planeta. ¿Qué debe saber todo aquel que se lanza a la aventura de llegar hasta el fin del mundo?
¿Qué moneda puedo utilizar?
En la Antártida no existe una moneda específica. En dependencia de la zona que visites y, especialmente, del barco en que te traslades, podrás pagar en euros, libras esterlinas o dólares estadounidenses.
¿Cuántas personas viven en la Antártida?
La Antártida tiene un área de 5.4 millones de kilómetros cuadrados y su población permanente apenas sobrepasa los mil. No obstante, en los diferentes laboratorios científicos, desplegados en varios puntos del continente, conviven hasta 5.000 investigadores al mismo tiempo. En los barcos que trasladan a los visitantes por lo general se habla inglés y también el ruso.
¿A cuánto desciende la temperatura?
La Antártida tiene el récord de temperatura más baja en la historia. Allí hubo una vez -89.2 grados Celsius. En invierno, la temperatura suele estar normalmente por debajo de los 50 grados. No obstante, en el “verano”, el termómetro “solo” baja entre -1 y -8. Como la Antártida está en el hemisferio sur, entonces el verano se extiende entre noviembre y abril. Mientras, el invierno es de mayo a octubre.
¿Cómo moverse en la Antártida?
El medio de transporte más habitual es el barco. Existen dos tipos: los barcos de expediciones científicas y los cruceros de turismo. Dentro de la Antártida, la forma más común es moverse en “zodiacs”, que son botes inflables. Estos se utilizan para trasladarse desde un barco hasta la orilla para explorar los alrededores.
¿Qué ropa llevar?
Ante un frío tan intenso es imprescindible estar muy bien preparado. Entre la ropa necesaria están los abrigos en capas y las botas especiales para resistir temperaturas extremas. En tu maleta no debería faltar: una chaqueta impermeable, así como pantalones; ropa interior y calcetines térmicos; guantes de esquí, gafas y gorros.